Presentacion Dipronova
Presentacion Dipronova

Forma Farmacéutica y Formulación

Forma Farmacéutica

Suspensión Inyectable

Composición Cualitativa y Cuantitativa

Cada mL de suspensión inyectable contiene:
Fosfato sódico de Betametasona equivalente a de Betametasona…2.00 mg
Dipropionato de Betametasona equivalente a de Betametasona…5.00 mg
Vehiculo c.s.p.

Descripción

  • Nombre Comercial

    DIPRONOVA® SUSPENSION INYECTABLE

  • Nombre Genérico

    Betametasona fosfato de sodio/ Betametasona Dipropionato.

  • Clasificación Farmacológica

    Glucocorticoide inmunosupresor y antiinflamatorio.

  • Código ATC

    H02AB01

Estructura

  • Nombre Químico

    9-fluoro-11,17-dihidroxi-17-(2-hidroxiacetil)-10,13,16-
    trimetil-6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17-
    dodecahidrociclopenta[a]fenantren-3-ona

INDICACIONES TERAPÉUTICAS

DIPRONOVA® Suspensión inyectable es una combinación de ésteres de betametasona solubles y ligeramente solubles que proporcionan potentes efectos antiinflamatorios, antirreumáticos y antialérgicos en el tratamiento de los trastornos que responden a corticosteroides.

El fosfato disódico de betametasona, es la sal soluble y es rápidamente absorbido. Lo contrario ocurre con el dipropionato de betametasona que se libera lentamente, proporcionando un efecto prolongado.

Los glucocorticoides, como betametasona, causan efectos metabólicos profundos y variados y modifican la respuesta inmune del cuerpo ante diversos estímulos.

La betametasona presenta elevada actividad glucocorticoide y leve actividad mineralocorticoide. DIPRONOVA® Suspensión inyectable está indicado para el tratamiento de trastornos agudos y crónicos que responden a los corticosteroides. El tratamiento con hormona corticosteroide es un coadyuvante y no reemplaza la terapéutica convencional.

Afecciones osteomusculares y de los tejidos blandos: Artritis reumatoidea, osteoartritis, bursitis, epicondilítis, radiculítis, coccidinia, ciática, lumbago, tortícolis, quiste ganglionar, exostosis y fascitis. Afecciones alérgicas: Asma bronquial crónica (incluso tratamiento coadyuvante para el estado asmático), rinitis alérgica, edema angioneurótico, bronquitis alérgica, rinitis alérgica estacional o perenne, reacciones farmacológicas, enfermedad del suero y picaduras de insectos.

Afecciones dermatológicas: Dermatítis atópica (eczema numular), neurodermatitis (liquen simple circunscrito), dermatitis por contacto, dermatitis solar severa, urticaria, liquen plano hipertrófico, necrobiosis lipoide de los diabéticos, alopecia areata, lupus eritematoso discoide, psoriasis, queloides, pénfigo, dermatitis herpetiforme y acné cístico.

Enfermedades de la colágena: Lupus eritematoso diseminado, esclerodermia, dermatomiasítis y periarteritis nodosa.

Enfermedades neoplásicas: Para tratamiento paliativo de leucemia y linfomas en adultos y la leucemia aguda en niños.

Otras afecciones: Síndrome adrenogenital, colitis ulcerosa, ileítis regional (enfermedad de Crohn), afecciones podales (bursitis debajo de heloma duro, hallus rigidus, quinto dedo varo), afecciones que necesitan inyección subconjuntival, discrasias sanguíneas que responden a corticosteroides, nefritis y síndrome nefrótico.

La insuficiencia corticosuprarrenal primaria o secundaria puede tratarse con DIPRONOVA® Suspensión inyectable, pero debe suplementarse con mineralocorticoides en casos necesarios.

Es recomendado para:

  1. Inyección intramuscular en afecciones que responden a los corticosteroides sistémicos.
  2. Inyección directamente en los tejidos blandos afectados.
  3. Inyección intra y periarticular en trastornos artríticos.
  4. Inyecciones intralesionares en diversas afecciones dermatológicas
  5. Inyección local en ciertos trastornos inflamatorios y quísticos del pie

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA

El fosfato sódico de betametasona, es la sal soluble y es rápidamente absorbido. Lo contrario ocurre con el dipropionato de betametasona que se libera lentamente, proporcionando de un efecto prolongado.

DIPRONOVA® Suspensión inyectable contiene dos ésteres de Betametasona, uno de los cuales, el fosfato sódico de betametasona, desaparece rápidamente del sitio de inyección.

La combinación de los dos ésteres permite una ación inmediata y una acción prolongada que se mantiene tras semanas de la administración.

Los corticosteroides fisiológicos (cortisona e hidrocortisona) son dos hormonas metabólicas esenciales. Los corticosteroides sintéticos incluyen a la betametasona en sus formas de dipropionato y fosfato disódico, los cuales son útiles principalmente para brindar un efecto antiinflamatorio; una dosis elevada de estos disminuye la respuesta inmune; el efecto metabólico sobre la retención de sólidos causado por la betametasona es similar al causado en la célula por la hidrocortisona.

CONTRAINDICACIONES

DIPRONOVA® Suspensión inyectable está contraindicado en pacientes con infecciones micóticas sistémicas, en los que presentan reacciones de sensibilidad a la betametasona o a otros corticosteroides, o a cualquier componente de este producto.

Contiene alcohol bencílico no administrar en neonatos y en niños menores de 3 años.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LACTANCIA

DIPRONOVA® Suspensión inyectable no debe utilizarse por vía intravenosa o subcutánea. Es obligatorio usar una técnica estrictamente aséptica durante la administración.

El médico debe tener en cuenta que la porción soluble de DIPRONOVA® Suspensión inyectable puede causar efectos sistémicos.

DIPRONOVA® Suspensión inyectable debe administrarse por vía intramuscular con cautela a pacientes con púrpura trombocitopénica idiopática.

Las inyecciones intramusculares de corticosteroides deben administrarse profundamente en masas musculares grandes para evitar la atrofia tisular local.

La administración intraarticular e intralesionar o en tejidos blandos de un corticosteroide puede causar efectos sistémicos, así como locales.

Se hace necesario el examen del líquido sinovial para excluir un proceso séptico. Debe evitarse la inyección local en una articulación previamente infectada. Un aumento notable en el dolor y la tumefacción local, además de la restricción de movimiento de la articulación, fiebre y malestar sugieren la presencia de una artritis séptica. Si se confirma el diagnóstico de sepsis se debe instituir el tratamiento antimicrobiano apropiado.

Los corticosteroides no deben inyectarse en articulaciones inestables, áreas infectadas o espacios intervertebrales. Las inyecciones repetidas dentro de las articulaciones con osteoartritis pueden aumentar la destrucción de la articulación. Evite la inyección de corticosteroides directamente en los tendones porque puede ocurrir ruptura demorada del tendón.

Después del tratamiento corticosteroide intraarticular, el paciente debe tener cuidado de no usar excesivamente la articulación en que se ha obtenido el beneficio sintomático.

Debido a que han ocurrido casos raros de reacciones anafilactoides en pacientes que reciben tratamiento corticosteroide parenteral, deben tomarse las medidas de precaución apropiadas antes de la administración, especialmente cuando el paciente tiene una historia de alergia a cualquier fármaco.

Cuando se requiere un tratamiento corticosteroide a largo plazo, se debe considerar un cambio de la administración parenteral a la oral, después de considerar los beneficios y riesgos potenciales.

Es necesario ajustar la posología bajo las diferentes circunstancias si se produce una remisión o exacerbación de la patología, según la respuesta individual del paciente al tratamiento y ante la exposición del paciente a estrés emocional o físico, como en los casos de infecciones graves, operaciones quirúrgicas o traumatismos importantes. Puede ser necesario mantener la vigilancia hasta durante un año después de suspender tratamientos prolongados o con dosis elevadas de corticosteroides.

Los corticosteroides pueden enmascarar algunos signos infecciosos y se pueden desarrollar nuevas infecciones durante su uso debido a que suele producirse una reducción de la resistencia o incapacidad para localizar la infección.

El uso prolongado de corticosteroides puede causar cataratas subcapsulares posteriores (especialmente en niños) y glaucoma con posible lesión de los nervios ópticos; también pueden fomentar infecciones oculares secundarias causadas por hongos o por virus.

Las dosis normales y elevadas de corticosteroides pueden aumentar la presión arterial, la retención de sal y agua y la excreción de potasio. Es menos probable que estos efectos ocurran con los derivados sintéticos, excepto cuando se usan en dosis elevadas. Es conveniente recomendar la restricción dietética de sal y la suplementación de potasio. Todos los corticosteroides aumentan la excreción de calcio.

Los pacientes que están recibiendo tratamiento corticosteroide no deben vacunarse contra la viruela. No deben emprenderse otros procedimientos de inmunización en pacientes que reciben corticosteroides, especialmente a dosis elevadas, debido a los posibles peligros de complicaciones neurológicas y faltas de respuesta de anticuerpos. Sin embargo, se pueden emprender procedimientos inmunizantes en pacientes que reciben corticosteroides como tratamientos de reemplazo, como por ejemplo en el caso de la enfermedad de Addison.

Debe advertirse a los pacientes que reciben dosis inmunodepresoras de corticosteroides que eviten quedar expuestos al sarampión o a la varicela y, si han sido expuestos, que consulten a un médico. Esto no tiene importancia especial en los niños.

En casos de tuberculosis activa la corticoterapia debe restringirse a los casos de tuberculosis fulminante o diseminada en los cuales el corticosteroide se usa conjuntamente con un régimen antituberculoso adecuado.

Si se prescriben corticosteroides a pacientes con tuberculosis latente o con reactividad a la tuberculina, es necesario observarlos estrechamente, ya que puede ocurrir una reactivación de la enfermedad. Durante el tratamiento corticosteroide prolongado, los pacientes deben recibir quimioprofilaxis. Si se usa rifampicina en un programa quimioprofiláctico, debe tenerse en cuenta su efecto realzante de la depuración metabólica hepática de los corticosteroides; puede ser necesario ajustar la posología del corticosteroide.

Debe usarse la dosis más baja de corticosteroide para controlar la afección que se esté tratando; cuando sea posible reducir la posología, esta reducción debe realizarse gradualmente.

En casos de corticoterapia de larga duración, deberá considerarse cambiar la administración parenteral por la vía oral, después de esperar los posibles beneficios contra los riesgos potenciales de tal cambio.

La suspensión brusca o la disminución rápida de los corticosteroides pueden dar como resultado una insuficiencia corticosuprarrenal secundaria. Este riesgo puede reducirse al mínimo mediante una disminución gradual de la posología. Tal insuficiencia que usualmente es relativa puede persistir durante meses después de suspenderse el tratamiento, por consiguiente, si se presenta alguna situación de estrés durante ese período, debe reanudarse la corticoterapia. En el caso de que el paciente ya esté recibiendo corticosteroides, puede ser necesario aumentar la posología. En vista de que la secreción de mineralocortocoides también puede estar comprometida, debe administrarse sal o un mineralocorticoide concomitante.

El efecto corticosteroide aumenta en pacientes con hipotiroidismo o con cirrosis hepática.

Se aconseja el uso cauteloso de corticosteroides en pacientes con herpes simple ocular debido a la posibilidad de perforación corneal.

Con la corticoterapia pueden desarrollarse trastornos psíquicos. La inestabilidad emocional o tendencias psicóticas existentes pueden ser agravadas por los corticosteroides.

Los corticosteroides deben usarse con cautela en: Colitis ulcerosa no específica si hubiera una probabilidad de perforación inminente, absceso u otra infección piógena, diverticulitis, anastomosis intestinales recientes, úlcera péptica activa o latente, insuficiencia renal, hipertensión, osteoporosis y miastenia grave. Además, se debe tomar en consideración la evaluación del riesgo-beneficio en pacientes diagnosticados con el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) o con el Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

Como las complicaciones derivadas de los tratamientos con glucocorticoides dependen de la dosis, la magnitud y la duración del tratamiento, las decisiones en cuanto a suspensión, reducción o mantenimiento de la terapia deben tomarse en base a los riesgos y beneficios que confrontaría cada paciente. Como la administración de corticosteroides puede trastornar las tasas de crecimiento e inhibir la producción endógena de corticosteroides en lactantes y niños, el crecimiento y desarrollo de estos pacientes que reciben tratamiento prolongado debe vigilarse cuidadosamente. Los corticosteroides pueden alterar la motilidad y número de espermatozoides en algunos pacientes.

Como no se han hecho estudios controlados de reproducción en el ser humano que recibe corticosteroides, el uso de estos fármacos durante el embarazo, durante la lactancia o en mujeres en edad de gestación, requiere que los beneficios posibles del fármaco se tomen en consideración en función de los riesgos potenciales para la madre, el feto o el lactante.

Los datos publicados indican que el uso de corticosteroides profilácticos más allá de la 32ª semana de gestación todavía es motivo de controversia. Por lo tanto, los médicos deben comparar los beneficios con los peligros potenciales para la madre y el feto cuando usen corticosteroides más allá de la 32ª semana de gestación.

Los corticosteroides no están indicados en el tratamiento de la enfermedad de membranas hialinas después del nacimiento.

En el tratamiento profiláctico de la enfermedad de membranas hialinas en neonatos prematuros, los corticosteroides no deben administrarse a mujeres embarazadas que presenten preclampsia, eclampsia o evidencia de daño placentero.

Los pacientes nacidos de madres que recibieron dosis sustanciales de corticosteroides durante el embarazo deben observarse cuidadosamente por signos de hipoadrenalismo. A causa del potencial de DIPRONOVA® Suspensión inyectable de causar efectos adversos indeseables en lactantes, se debe tomar una decisión en cuanto a suspender la lactancia o la administración del fármaco, teniendo en cuenta la importancia del agente para la madre.

Administrar en niños mayores a 3 años.

REACCIONES ADVERSAS

Las reacciones adversas de DIPRONOVA® Suspensión inyectable, que son las mismas que se relacionan con otros corticosteroides, se relacionan con la posología y la duración del tratamiento. Normalmente estas reacciones pueden revertirse o reducirse al mínimo reduciendo la posología, lo que generalmente es preferible a la suspensión del tratamiento farmacológico.

Trastornos de líquidos y electrolitos: Es poco frecuente la aparición de efectos del sodio y retención de agua, debido a que los glucocorticoides sintéticos tienen escasa o nula actividad mineralocorticoide.

Osteomusculares: Debilidad muscular, miopatía corticosteroide, pérdida de masa muscular, progresión de síntomas miasténicos en la miastenia grave, osteoporosis, fracturas vertebrales por compresión, necrosis aséptica de las cabezas femorales y humerales, fractura patológica de los huesos largos, ruptura de tendones e inestabilidad de las articulaciones (debido a las inyecciones intraarticulares repetidas).

Gastrointestinales: Ulceras pépticas con posibilidad de perforación subsiguiente y hemorragia, pancreatitis, distensión abdominal, esofagitis ulcerada.

Dermatológicas: Menoscabo de la cicatrización de heridas, atrofia cutánea, piel frágil fina, petequias y equimosis, eritema facial, aumento de la diaforesis, reacciones deprimidas a las pruebas cutáneas, reacciones como dermatitis alérgica, urticaria y edema angioneurótico.

Neurológicas: Convulsiones, aumento de la presión intracraneal con papiledema (pseudotumor cerebral) usualmente después del tratamiento, vértigo y cefalea.

Endocrinas: Irregularidades menstruales, desarrollo de estado “cushingoide”, depresión del crecimiento intrauterino fetal o durante la niñez, falta de respuesta corticosuprarrenal y pituitaria secundaria, particularmente en momentos de estrés, como en casos de traumatismos, cirugía o enfermedad; reducción de la tolerancia a los carbohidratos, manifestaciones de diabete mellitus latente y aumento de las necesidades de insulina o de agentes hipoglucémicos orales en pacientes diabéticos.

Oftálmicas: Cataratas subcapsulares posteriores, aumento de la presión intraocular, glaucoma y exoftalmo.

Metabólicas: Equilibrio nitrogenado negativo debido a catabolismo proteico.

Psiquiátricas: Euforia, cambios de temperamento, depresión severa o manifestaciones francamente psicóticas, cambios en la personalidad e insomnio.

Otras: Reacciones anafilactoides sí como reacciones hipotensivas o similares al choque. Otras reacciones adversas relacionadas al tratamiento corticosteroide parenteral incluyen casos raros de ceguera asociados con el tratamiento intralesionar alrededor de la cara y cabeza, hiperpigmentación o hipopigmentación, atrofia subcutánea y cutánea, abscesos estériles, inflamación después de la inyección (siguiente al uso intraarticular) y artropatía de tipo Charcot.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSA Y DE OTRO GENERO

  • Con Acetaminfén: puede incrementar la formación del metabolito hepatotóxico del acetaminofén.
  • Con fármacos antiinflamatorios no esteroideos o alcohol: Puede dar lugar a un aumento de la frecuencia o severidad de las úlceras gastrointestinales ya presentes.
  • Con fenobarbital, fenitoína, rifampicina o efedrina: puede acentuar el metabolismo de corticosteroides, reduciendo sus efectos terapéuticos.
  • Con estrógenos: Se deben observar los pacientes para evitar un efecto corticosteroide excesivo.
  • Con diuréticos eliminadores de potasio: Puede acentuar la hipokalemia.
  • Con glucósidos cardíacos: Puede aumentar la posibilidad de arritmias o toxicidad por digital asociada con hipocaliemia.
  • Con anfotericina B: Los corticosteroides pueden fomentar el agotamiento de
  • Con anticoagulantes de tipo cumarina: Se puede reducir los efectos anticoagulantes y posiblemente se necesitará un ajuste de la posología.
  • Con ácido acetil salicílico: Debe usarse con cautela en casos de potasio.
  • Con fármacos antidiabéticos: Se debe ajustar la posología y la duración del fármaco antiadiabético.
  • Con Antineoplásicos o inmunosupresores: se ha descrito una inhibición mutua del metabolismo entre la ciclosporina y los corticosteriodes.
  • Con somatotropina: Se puede inhibir la respuesta a la somatotropina.

ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES

Los corticosteroides deben usarse con cautela en: Colitis ulcerosa no específica si hubiera una probabilidad de perforación inminente, absceso u otra infección piógena, diverticulitis, anastomosis intestinales recientes, úlcera péptica activa o latente, insuficiencia renal, hipertensión, osteoporosis y miastenia grave. Además, se debe tomar en consideración la evaluación del riesgo-beneficio en pacientes diagnosticados con el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) o con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Como las complicaciones derivadas de los tratamientos con glucocorticoides dependen de la dosis, la magnitud y la duración del tratamiento, las decisiones en cuanto a suspensión, reducción o mantenimiento de la terapia deben tomarse en base a los riesgos y beneficios que confrontaría cada paciente. Como la administración de corticosteroides puede trastornar las tasas de crecimiento y desarrollo de estos pacientes que reciben tratamiento prolongado debe vigilarse cuidadosamente. Los corticosteroides pueden alterar la motilidad y numero de espermatozoides en algunos pacientes.

ALTERACIONES DE PRUEBAS DE LABORATORIO

Los corticosteroides pueden afectar la prueba de tetrazolio nitroazul para infección bacteriana y dar resultados negativos falsos.

SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL, MANIFESTACIONES Y MANEJO (ANTIDOTO)

No es de esperar una sobredosis aguda con glucocorticoides, incluso betametasona, dé lugar a una situación potencialmente fatal. Excepto con posologías muy extremas, es improbable que unos pocos días de administración excesiva de glucocorticoides causan resultados lesivos si no existen contraindicaciones específicas, como serían en casos de pacientes con diabetes mellitus, glaucoma o úlcera péptica activa, o en paciente que están tomando medicamentos como digital, anticoagulantes de tipo cumarina o diuréticos agotadores de potasio.

Las complicaciones que surjan de los efectos metabólicos de los corticosteroides o de los efectos lesivos de las enfermedades básicas o concomitantes, o las que sean el resultado de interacciones farmacológicas, deben tratarse de modo apropiado. Se debe mantener una ingestión adecuada de líquidos y vigilar los electrolitos en el suero y la orina, con atención especial al equilibrio de sodio y potasio y tratar el desequilibrio electrolítico cuando sea necesario.

DOSIS Y VIA DE ADMINISTRACIÓN

Vía de administración:

Intramuscular, intraarticular, periarticular, periarticular, intrabursal, intradérmica, intralesionar e inyección en tejido blando.

Dosis:

La dosificación es variable y debe individualizarse en base a la enfermedad específica, su severidad y la respuesta del paciente.

La dosis inicial debe mantenerse o ajustarse hasta observar una respuesta satisfactoria. Si no ocurriese una respuesta clínica satisfactoria después de un período razonable, el tratamiento con DIPRONOVA® Suspensión inyectable debe suspenderse o instituirse otro tratamiento apropiado.

Administración sistémica: Para el tratamiento sistémico, la administración se inicia con 1 a 2 mL en el caso de la mayoría de las infecciones y se repite según sea necesario. La inyección debe ser intramuscular (IM) profunda en a la región glútea. La codificación y frecuencia de la administración dependen de la severidad de la afección del paciente y de la respuesta terapéutica. Inicialmente, en el caso de la enfermedad severa, como, por ejemplo: Lupus eritematoso o el estado asmático, puede ser necesario administrar 2 mL, además de otras medidas de apoyo apropiadas.

Unas amplias variedades de afecciones dermatológicas responden eficazmente a una inyección IM de 1 mL de DIPRONOVA® Suspensión inyectable, repetida de acuerdo con la respuesta obtenida.

En los trastornos de las vías respiratorios, el inicio del alivio de los síntomas suele ocurrir a las pocas horas de administrarse una inyección IM de DIPRONOVA® Suspensión inyectable.

En casos de asma bronquial, fiebre del heno, bronquitis alérgica y rinitis alérgica se ha logrado control eficaz de los síntomas con la administración de 1 a 2 mL.

En el tratamiento de la bursitis aguda o crónica, se lograron resultados excelentes con una inyección IM de 1 a 2 mL de DIPRONOVA® Suspensión inyectable, repetida según fuese necesario.

Administración local: El uso concomitante de un anestésico local raras veces es necesario. Si se desea coadministrar un anestésico local, DIPRONOVA® Suspensión inyectable puede mezclarse (en la jeringa no en el vial) con clorhidrato de procaína 1 ó 2% o con lidocaína, usando fórmulas que no contengan parabenos. También pueden usarse anestésicos locales similares. Los anestésicos que contienen metilparabeno, propilparabeno o fenol deben evitarse. La dosis necesaria de DIPRONOVA® Suspensión inyectable se retira primero del vial dentro de la jeringa. A continuación, se toma el anestésico local y la jeringa se agita ligeramente.

Para los casos de bursitis aguda subdeltoide, subacromial, del olécranon y prepatelar, una inyección intrabursal de 1 a 2 mL de DIPRONOVA® Suspensión inyectable puede aliviar el dolor y restaurar el movimiento completo en unas pocas horas. La bursitis crónica puede tratarse con una posología reducida una vez que se han reducido los síntomas agudos.

En tenosinovitis, tendinitis y peritendinitis agudas, una inyección de DIPRONOVA® Suspensión inyectable debe aliviar la afección. En las formas crónicas de estos trastornos puede ser necesario repetir la inyección según lo necesite el estado del paciente.

Después de la administración intraarticular de 0.5 a 2 mL de DIPRONOVA® Suspensión inyectable, se puede sentir alivio del dolor, de la sensibilidad y del entumecimiento asociados con la artritis reumatoidea y la osteoartritis en 2 a 4 horas. La duración del alivio, que varía ampliamente en ambas enfermedades, es de 4 o más semanas en la mayoría de los casos.

Una inyección intraarticular de DIPRONOVA® Suspensión inyectable es mejor tolerada en la articulación y tejidos periarticulares. Las dosis recomendadas para la inyección intraarticular son: Articulaciones grandes (rodilla, cadera, hombro), 1 a 2 mL; articulaciones medianas (codo, muñeca, tobillo), 0.5 a 1 mL; articulaciones pequeñas (pie, mano, pecho), 0.25 a 0.5 mL.

Las afecciones dermatológicas pueden responder a la administración intralesionar de DIPRONOVA®

2.00 mg/mL – 5.00 mg/mL Suspensión inyectable. La respuesta de algunas lesiones no tratadas directamente puede deberse a un efecto sistémico leve del fármaco. En el tratamiento intralesionar se recomienda una dosis intradérmica de 0.2 mL/cm2 de DIPRONOVA® 2.00 mg/mL – 5.00 mg/mL Suspensión inyectable, inyectada de modo parejo con una jeringa de tuberculina y una aguja de calibre 26. La cantidad total de DIPRONOVA® Suspensión inyectable inyectada en todos los sitios por semana no debe exceder a 1 mL.

DIPRONOVA® Suspensión inyectable puede usarse eficazmente en trastornos del pie que respondan al tratamiento corticosteroide. La bursitis debajo del heloma duro puede controlarse con 2 inyecciones sucesivas de 0.25 mL cada una. En algunos trastornos como el hallus rigidus, quinto dedo varo y artritis gotosa aguda, el inicio del alivio puede ser rápido. Para la mayoría de las inyecciones es adecuada una jeringuilla de tuberculina con una aguja calibre 25.

Dosis recomendadas a intervalos de aproximadamente una semana: Bursitis debajo de heloma duro o mola, 0.25 a 0.5 mL; bursitis debajo del espolón calcáneo, 0.5 mL; bursitis sobre el hallus rigidus,

0.5 mL; bursitis sobre el quinto dedo varo, 0.5 mL; quiste sinovial, 0.25 mL a 0.5 mL; neuralgia de Morton (metatarsalgia), 0.25 a 0.5 mL; tenosinovitis, 0.5 mL; periositis del cuboide, 0.5 mL; artritis gotosa aguda, 0.5 a 1 mL.

Cuando se observa una respuesta favorable, debe determinarse la dosis apropiada de mantenimiento reduciendo la dosis farmacológica inicial en pequeñas cantidades y a intervalos apropiados hasta alcanzar la dosis menor capaz de mantener una respuesta clínica adecuada.

La exposición del paciente a situaciones causantes de estrés, no relacionada con la enfermedad que se está tratando, puede necesitar un aumento en a la posología de DIPRONOVA® Suspensión inyectable. Si el fármaco se ha de suspender después de tratamiento prolongado, la posología debe reducirse gradualmente.

PRESENTACIONES

Caja 1 ampolla de 1 mL
Caja 1 vial de 2 mL

CONDICIONES DE ALMACENAMIENTO

Manténgase fuera del alcance de los niños.
Guárdese en un lugar fresco y seco.
Protéjase de la congelación. Venta bajo prescripción.
Agítese antes de usar.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  • The Extra Pharmacopeia. 31 editions. London: The Pharmaceutical. 1996.
  • Goodman & Gilman. Bases Farmacológicas de la Terapéutica. 8a edición. 1990. México:
  • PDR Generics. First edition. Medical Economics Company Inc. Montalvale, New Jersey.
  • Litter, Manuel. Farmacología. Experimental y Clínica. 7a. edición. Argentina: El Ateneo.
  • Martíndale. Guía Completa de consulta Fármaco-Terapéutica Primera Edición. Pharma Editores S, L. Barcelona 2003 908-935.
  • USP DI. Drug information for the health care professional. 23rd. pp.932-938

Fecha de última revision: 06/10/2015